Mediante este proceso se evalúa el original y se determina la calidad literaria, técnica y editorial para proceder o no a su publicación. Una vez revisado el material (por un experto y por un editor), se elabora el informe en el cual se indican las pautas y sugerencias que se deberán seguir.

Algunas obras impresas no poseen aún su versión digital. Si se desea realizar una reedición o subir a la web, o realizó un taller y publicará sus memorias, por ejemplo, es necesario que se lleve a cabo un proceso de captura de textos, sea por reconocimientos de OCR al escanearlos o teclearlos.

No basta con tener una idea, hace falta también que esté bien escrita. En el proceso de edición a veces es necesario la redacción de textos y paratextos que no forman tal vez parte de la obra: notas al pie, notas del editor, solapas, notas publicitarias, de contracubierta, glosas, prólogos o presentaciones.

Es ideal para obras técnicas y científicas complejas o de traducciones. La realiza un experto en el tema y busca que lo que se quiere decir pueda ser comprensible por el destinatario, enmendando a la par anacronismos, impropiedades y expresiones sin sentido.

Revisión literaria del original, que corrige gramática y ortografía, se mejora la expresión y la coherencia del texto y se sugiere al autor modificaciones que redunden en una mayor calidad formal del manuscrito. Siempre cuidando modificar lo menos posible el estilo del autor, pero unificando criterios y normas.

Se realiza ya maquetado el libro y corrige errores ortográficos y de puntuación, vela por la unidad en el uso de los recursos tipográficos (cursivas, comillas, versalitas, negritas...) y su adaptación a la norma. Revisa las líneas viudas y huérfanas, o la paginación, las notas al pie en su correspondiente lugar, entre otros.

Se debe velar por la expresión gráfica de la publicación o colección, tanto externa como interna, independientemente del soporte, decidir los elementos gráficos para que la forma ayude al contenido. En la elección del formato, la tipografía, el color y la gráfica radica el equilibrio entre estética y contenido.

Las entradas y publicaciones de un personal o corporativo pueden llegar a convertirse en un libro u otro tipo de obra para ser leída y consultada. Es necesario un proceso de creación, estructuración y adecuación y reescritura de los contenidos que vele por el conjunto de los elementos editoriales y gráficos.

Diagramar o maquetar es adecuar el contenido de la publicación según el formato y la disposición de los elementos textuales y gráficos que fueron diseñados previamente. Es aquí donde la creatividad se encuentra con la norma (según el soporte); y la estética se traduce en legibilidad, equilibrio y uniformidad.

La cubierta o portada de una publicación (libro, revista, folleto) es la cara de presentación gráfica y comercialmente hablando de la obra. En los avisos publicitarios, elegir el mensaje, la imagen, la tipografía o el color acordes al público, sector y segmento de mercado son vitales para el éxito y crecimiento de su empresa.

Se incluyen varias tareas que son más propias de las revistas y libros complejos, técnicos o no. Selección y tratamiento de imágenes e ilustraciones de bancos profesionales, creación de gráficos y tablas, diseño de infografías, trabajo con mapas y el manejo de íconos y vectores. Todos soporte gráfico.

El arte final es la versión que se envía a imprenta o se convierte a los diferentes formatos digitales. Con esta revisión (última) se debe comprobar que la obra cumpla las normas gráficas y editoriales para su medio correspondiente: modelos de color, extensión de imágenes, foliación y pliegos, páginas legales, etc.