Por más obvio que parezca, es importante estar decidido sobre cuál quieres que sea el nombre que te representará. Debe ser claro y directo, pero a la vez memorable. También, aunque no es obligatorio pero sí recomendado, debes pensar y seleccionar un slogan o “tagline”. En mi caso sería “Pasión por la edición”. 

Pasa por lo que los diseñadores manejan como el Briefing del cliente. Aunque existen varios modelos, y obviando la primera parte que ya debes tú tener claro sobre tus productos y servicios, el origen de la marca, público, valores, etc., hay un punto que es el de la personalidad. Y puedes contestar algunas preguntas para ver cómo la percibes (tú y tu audiencia): si es cara o barata, elegante o desenfadada, adulta o infantil, local o internacional… Y otra serie de preguntas más simpáticas es representarla como animal, tipo de transporte, tipo de persona…

Con esto me refiero a identificar en qué mundos se mueve la marca. Por ejemplo en mi caso EDICIONESMIL que ofrece servicios editoriales y gráficos tiene como universos la edición (libros, revistas, autores, letras, textos…) y el del diseño (armonía, contraste, equilibrio, color, formas, creatividad…). Sobre esto busca inspiración en 3 vías diferentes, que puede ser: a partir del nombre y jugando con sus caracteres, o de una representación simbólica de los productos o servicios o una abstracta del tipo de negocio o rubro. Ahora puede parecerte complicado, pero si quieres envíame un DM o coméntame y si te interesa saber te muestro mis caminos creativos para EDICIONESMIL. 

En Pinterest encuentras valiosos aportes e ideas al buscar una palabra o frase de esos caminos creativos. Crea un tablero y guarda los pines y analízalos, ¡verás!

Comienza a bocetar en papel (sí, en papel, nada de compu aún) todas las ideas que se te ocurran sobre ese camino. No deseches nada. Luego, ahora ya con la tecnología, escanea el que hayas elegido y vectorízalo (o sea: conviértelo en dibujo vectorial). Diviértete, juega,  prueba y exprime ese camino creativo. Todo esto en blanco y negro aún: ¡nada de colores!

Esto incluye analizar sus logos, tipografías, colores, etc. Por ejemplo, si usan más tipografías Sans Serif o Serif, qué estilo usan, qué tipo de logo, colores, y mucho más.

Puedes organizar los logos de tu competencia en una rueda cromática o situarlos en cuadros de colores y colocar en cada uno aquellos que el color predominante coincida con el color del cuadro. Lo mismo para las tipografías. 

En base a la personalidad de la marca y del análisis de la competencia, elegir la tipografía y color. Pueden ser 1 (ideal) o 2 máximo (3 para las tipografías es multitud, no se recomienda, y para colores menos exigido pero a tomar en cuenta por cuestiones de costes de impresión: no es lo mismo el costo de imprimir a una tinta que a 3 o a 4). Sitios como Adobe Color (es el que uso pero hay muchísimos) te ofrecen la opción de crear la paleta de colores lo mismo desde la rueda cromática que desde una imagen que subas desde tu ordenador o desde sitios de la web. 

Acá entra en juego la rueda cromática de la que te hablé antes. Lo ideal es optar por colores y tipografías únicos o menos empleados por tu competencia. De la rueda cromática y la clasificación de tipografías anterior realizada, elige aquellas zonas en donde hay más vacíos. Así podrás situar tu marca en esa zona y distinguirte mucho más de la competencia y ser identificado mejor por el público. Esto lo aprendí de MarcoCreativo.

En este paso es donde aplicas la tipografía y colores seleccionados a tus variantes del logo principal. Por lo general: horizontal y vertical en sus versiones positivas (o sea: con los colores tal cual has elegido) y la negativa invirtiendo los colores (acá se abren más posibilidades dependiendo de la cantidad de colores elegidos, pero por ahora te sirve para orientarse que: si tu fondo es blanco y el color es rojo (como EDICIONESMIL) la versión negativa sería el fondo rojo con el logo en blanco. Además debes contemplar posibles y seguras reducciones que tendrás que hacer atendiendo al lugar en que aparecerá (por ejemplo en la papelería corporativa o en un cartel de la calle o en la pestaña de la web). En esos casos incluso se llega hasta usar una letra o parte del isotipo (del ícono).

Define y anota los colores y códigos de las diferentes bibliotecas de color: Pantone, CMYK, RGB y HEX (porque no sabes en qué medio se usará y debes anticiparte a un cambio automático y desacertado del color).

Antes de llevar a producción tu logo, incluso, antes de que des por terminado tu diseño, simula el uso en diferentes medios o soportes. Decide los que más usarás (papelería corporativa, merchandising, banner, fotografías, ploteado de vehículos, etc.) para que te hagas idea de cómo se vería en la realidad y si funciona o no. Este paso lo realizo validación o para determinar si mi logo requiere correcciones para que funcione como quería o necesitaba.

Existen muchos sitios desde los cuales te puedes descargar gratis infinidad de mockups: Freepik, GraphicBurguer, Behance, Original Mockups…