RElación autor-editor, parte 2

La relación autor-editor Parte 2

En el mismo equipo

A eso me refería en la parte 1 de este tema cuando hablaba de relación autor-editor, una relación profesional basada en el respeto y la confianza. Como autor, debes entender que tu editor juega en tu mismo equipo para hacerte ganar. Que incluso (y desde mi experiencia nuevamente, así siempre lo hago): no importa que me tarde más una decisión que considero sería la más acertada —como agregar un índice o un glosario, o tablas y gráficos—, no importa que ese trabajo no esté presupuestado (porque conocemos la obra en verdad con la segunda lectura; y la leemos muchas veces más) y que así perderás dinero al dedicarle más tiempo y esfuerzo. 

Nunca perderemos como editores si es el libro el que gana. El tiempo invertido (y no quiero parecer una romántica) siempre será ganancia, porque significa que será mejor comprendido por el lector. Significa que estás cumpliendo con ese rol de mediador cultural y comercial entre el autor —tu cliente— y el lector —consumidor final—. Y significa que te has ganado (o has mejorado tus posibilidades de ganarte) la confianza y el respeto del autor, que sabrá apreciar, por más quisquilloso y receloso que sea por querer controlar los puntos y las comas que has cambiado de su obra (el más elemental de todos los cambios), que tú también quieres lo mejor para su libro.

Algunas pequeñas historias con mis autores

He tenido autores, como la Dra. Áurea Matilde Fernández Muñiz, quien, aún siendo yo muy joven e inexperta en estos temas editoriales, y me enfrentaba sola a una gran obra como la suya: España, Franquismo y Transición, me abrió las puertas de su casa para trabajar allí mientras guardaba reposo obligatorio. Y adolorida, con una paciencia infinita, me iba aclarando todas mis dudas para yo hacer mi corrección de estilos y ortotipográfica. Y esto es importante, porque si no comprendes bien lo que quiere expresar el autor puedes cambiarle el sentido de su mensaje. También verificaba con ella las referencias editoriales de los títulos en su extensa bibliografía para que yo pudiera colocarlas con todos los datos correctos que deben aparecer.  

Y yo iba hasta su casa, muy distante de la mía, sin importarme ir en autobús, porque yo quería que el libro saliera perfecto (o casi). Y así se repitió por varias sesiones de trabajo. Aprendí mucho con ese libro sobre la historia republicana española y el proceso de transición a la democracia, los partidos políticos y sus principales actores. Pero lo que más aprendí fue el orden y la organización que tenía Áurea con toda su  biblioteca: sabía el orden de sus libros por estantes y filas, y sin verlos decía: es el de tal color, en el estante del medio, la segunda fila el cuarto libro. ¡Impresionante!

Recuerdo con mucho cariño a Mario González Quiroga (EPD), autor de Los árabes, una aproximación a su cultura, quien teniendo muchísimos compromisos laborales, iba hasta mi casa (al otro extremos de la suya) estando yo con mi hija mayor de apenas un año para trabajar en este: su primer libro. Siempre me llevaba un dulce o un jugo para que pasara mejor las largas sesiones de trabajo (o tal vez era su manera de disculparse por ello). Y salió un libro que él siquiera imaginaba que saldría, con índices, capítulos nuevos que vimos era necesario incluir, glosarios y notas que ayudaron al lector desconocedor de la cultura árabe a comprender mejor este tema y no estigmatizar en un momento en que aún no había ocurrido el 11-S pero que sí fueron de gran ayuda aquellas acertadas decisiones porque el libro se presentó en el 2002. Lastimosamente Mario no pudo ver su libro publicado, pero la obra es considerada en Cuba un referente para los estudios iniciales de lo árabe y lo musulmán.

O, ya tal vez en el extremo de la confianza de un autor con su editor, está el Dr. Pablo Guadarrama también de Cuba (presidente en aquel entonces de la Comisión de Nacional de Doctorados de Filosofía) y sus varios libros. Cuando evaluaba sus originales y hacía constar en mis informes de lectura que alguno de los títulos que publicaría, muchos a partir del trabajo con sus estudiantes, necesitaban cambio de estructura (creo que es de los puntos que más pueden hacer entrar a un autor en shock) al editarlo siempre me decía: «Cambia, “Fanicita”, cambia, confío en tu criterio».  

No quiero excederme más ni aburrirles con anécdotas de mi experiencia como editora. Pero sí les confieso que siempre, en los más de veinte años, he mantenido este tipo de relación con los autores. Ellos forman parte, de cierta manera, de algún momento de tu vida. Tal vez conversen o se tomen un café (hoy tal vez todavía virtual). Puedes conversar sobre los hijos o sobre un tema político o cultural. Pueden llegar a ser amigos o no. Pero les quiero dejar mi humilde consejo, si me lo permiten. 

A los editores

Ama su libro como si fuera tuyo (porque lo es). Piensa siempre en lo que es mejor para este, y en cómo tu trabajo y tus aportes ayudan a propagar cultura, conocimiento, valores, de una manera efectiva. Porque reinterpretarás y amplificarás con las herramientas que disponemos el mensaje del autor. De una manera gris, sí; sin cambiarle su estilo ni su esencia, también. Pero conectarás mundos y comunidades, y solo con eso, créeme, vale la pena todas las madrugadas y desvelos que también tú ahora en el editing pasaste trabajando para entregar con calidad y cumplir en el tiempo pactado.  

A los autores

Confía en tu editor, porque todo lo que te corrija y señale o proponga modificar, es para hacer que tu libro pueda llegar a más lectores, puedas vender más y obtener más reconocimiento. Y piensa, que cuando la obra sea todo un éxito, tú serás, con justa razón, el merecedor de la fama y el aplauso. Tu nombre es el que aparece en la cubierta, los lectores te siguen a ti que eres el creador de esa maravillosa obra, aunque ellos no imaginen cuánto hizo ese editor por ella. Y sí, porque no sabe bien el lector qué hace esa persona cuyo nombre apenas lee bien o busca en los créditos (pues aparece en dos puntos menos que el tamaño del texto principal), porque no imagina el lector que ha sido esa persona quien ha logrado, junto a ti, ese éxito por el que hoy celebras.

Si eres un autor, cuéntame tu experiencia con editores. Si te ha sido de ayuda, o si necesitas publicar tu obra, escríbeme y conversemos para asesorarte mejor. Espero que seas de los que saben apreciar el trabajo de su editor, y espero que tu editor haya logrado establecer esa relación de confianza y respeto hacia tu obra, y que con su trabajo profesional haya logrado llevar a buen puerto tu tan anhelado sueño de publicar un libro. Pero sobre todo, espero que ya las manos de tu editor no te sean tan ajenas.

Si te apasiona este mundo como a mí, escríbeme, envíame tus dudas y comentarios, comparte y ayuda a llegar a más autores que como tú temen entregar su libro a manos ajenas. Y si eres editor, puede serte valioso que envíes y compartas esta publicación a tus autores para que conozcan y valoren con justeza tu trabajo; y lo mejor, que viene de la voz y manos de otra editora como tú. 

Si prefieres la versión resumida, puedes ir a mi perfil de Instagram haciendo click en este enlace. Y si quieres compartirme tus experiencias,  ¡te leo o escucho! Si deseas sugerirme un tema, ¡me encantaría!

¡Te espero!

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Fanny Carvajal
fanny@edicionesmil.com
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